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viernes, 29 de marzo de 2024 06:59h.

SEÑALES DE HUMO

Foto Mauricio Silvera chica

"Pasando al fondo que hay lugar" (por Mauricio Silvera)

Hemos pasado más de la mitad de la presente administración municipal, la cual se anunció como revolucionaria del transporte público. Al poco tiempo de asumir, la realidad de RAINCOOP le hizo ver que no sería tan sencillo (al día de hoy no se han recuperado ni los puestos de trabajo ni la continuidad de las líneas que prestaba) y prácticamente no se hizo nada (salvo seguir con la política de subir el boleto en cada ajuste salarial).

Terminado el tema RAINCOOP (para ellos, porque su pasaje habitual aún lo padece), ahí se anunciaron una batería de medidas: reorganización financiera del sistema, la promoción del transporte público a través de la masificación de la tarjeta STM, la creación de un Consejo Consultivo para definir la tan anunciada reforma del transporte público, etc.

Luego de muchos meses (¿inercia de la IM, resistencia de las empresas o de los trabajadores?), se logró no aumentar el precio del boleto que se paga con la tarjeta STM y se aumentaron los puestos y modalidades de recarga (sumando a las financieras al "negocio" del transporte público, las cuales obviamente no lo hacen gratis y ya son parte del costo del boleto). Dado que la IM no aumentó el monto del subsidio que otorga, la baja de costos las sufre el pasaje con más líneas sin guarda y menos frecuencias.

Del tema de los guardas ya hablé en un artículo anterior y la baja de las frecuencias la vemos todos los días y es una realidad incontrastable. Se ganó en costo pero se perdió en calidad del servicio, justamente cuando lo que se dijo que se haría sería mejorar la calidad del transporte público.

Lo que pasa dentro del transporte público es responsabilidad compartida de empresas, Intendencia y pasajeros. Con la diferencia, que los pasajeros son los que aportan en mayor medida para la subsistencia del Sistema, pero paradójicamente han sido históricamente los menos contemplados en sus intereses.

Se anunció un control estricto de la limpieza, el volumen de la radio y las condiciones en las que se viaja en los ómnibus. Duró unas pocas semanas... luego volvimos a lo mismo de siempre o hasta incluso peor (algunos choferes reaccionaron poniendo la radio más fuerte aún, sabiendo que no pasa nada).

Hace poco se presentó un informe de inspecciones y sanciones a las empresas... si comparamos la cantidad de inspecciones con los servicios que se prestan a diario, vemos que se inspecciona muy poco (y esto es importante, ya que por más fotos que se envíen al buzón ciudadano, si no constata un inspector la infracción es "palabra contra palabra").

No había que reinventar la rueda; en el Congreso Latinoamericano del Transporte que se celebró en Montevideo hace un par de años, las autoridades de Rosario (ciudad argentina muy similar a Montevideo) contaron su experiencia: pararon todo y sentaron en la misma mesa a empresas, autoridades, trabajadores y usuarios de todos los medios de transporte. Se pusieron de acuerdo (luego de meses de discusiones y hasta paros en el sector) y los resultados están a la vista: es la ciudad de latinoamérica con más km de ciclovías por habitante; los ómnibus son puntuales, limpios, con un trato respetuoso; el servicio de taxis funciona muy bien (UBER y CABIFY no pudieron insertarse durante mucho tiempo). ¿Como que era muy fácil copiarlo no?

Pues bien, acá ya de entrada hicimos todo mal. Hicimos un Consejo Consultivo, pero del transporte colectivo solamente, entre empresas, sus trabajadores y la Intendencia (más algunos ediles, en una especie de club político sindical). Por ahí alguien se acordó de los usuarios e integraron también a la Defensoría de las vecinas y los vecinos de Montevideo; una sola mujer versus más de 20 hombres (ya que las empresas y sindicatos van "en patota" a las reuniones.

¿Alguien vio en dónde se publican las actas de este Consejo? No las busquen en la página ni de la Intendencia ni de la Junta Departamental. Deciden sobre algo tan importante como lo es nuestro transporte diario y no tenemos idea de nada hasta que lo anuncian.

Desde hace unos meses, con el apoyo de la Defensoría de las vecinas y vecinos, se armó una coordinadora que une a los distintos grupos de usuarios y usuarias que trabajamos por mejorar al transporte público. Ahora sí podemos tener acceso a lo que se está tratando en el Consejo Consultivo y proponer nuestros temas. 

La respuesta ha sido una total resistencia. No quieren vernos las caras en el Consejo Consultivo, no quieren discutir con los usuarios y usuarias. Es triste, pero es la verdad que plantean tanto empresas como los sindicatos. No nos dejamos amilanar y preparamos documentos para que nuestra posición sea al menos leída. El primero (armado por la Coordinadora por un transporte público accesible, un tema más que sensible y en el cual el transporte público está en el debe) causó un revuelvo bárbaro.

Se nos propone discutir algunos temas puntuales y no todo "porque es mucho".

¡No señores! ¡Basta! El transporte público tiene que cambiar ya y desde la raíz. Es un servicio público al servicio de los usuarios y las usuarias. No es una bolsa laboral y mucho menos una fuente de ganancias. 

Hay que pensar toda la movilidad en su conjunto (ómnibus, taxis, transporte privado, bicicletas), para que cumpla con el objetivo de trasladar a los habitantes de esta ciudad en tiempos razonables, con comodidad y cordialidad, hacia donde éste lo necesite. 

Son muchos los ejemplos y las ideas que tenemos en la Coordinadora de usuarios y usuarias, ya por escrito en un segundo documento. No queremos más "parches" o cambios que velen por otros intereses que no sean los de los usuarios y usuarias.

Nos van a tener que escuchar, nos vamos a ver a los ojos y juntos (con autoridades, empresas y sus trabajadores) vamos a hacer la revolución que se prometió y quedó a medias. Desde ya contamos con tu compañía.

Me bajo en la que viene, nos vemos en el próximo viaje...