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viernes, 19 de abril de 2024 16:01h.

¿QUÉ FAMILIA ESTÁ PRIMERO?

Foto Mauricio Silvera chica

"Pasando al fondo que hay lugar" (por Mauricio Silvera)

"Al final... ¡lo primero es la familia!" Con esta frase, el inefable Guillermo Francella cerraba cada programa de "La Familia Benvenuto".  Veinte años después, no queda claro qué familia es la que debe estar primero.

UBER va, UBER viene, movilización va, movilización viene, la mampara que se saca, el tránsito que se bloquea, las mentiras y engaños que tienen "patas cortas"... ¿Y los usuarios y usuarias hemos visto algún cambio? Ninguno y los meses siguen pasando...

Ahora resulta que no se puede implementar el pago con tarjeta en los taxis. Que demoran en llegar las máquinas (y hemos recibido denuncias que las que están no funcionan o no quieren hacerlas funcionar), que hay dificultades técnicas, que es complicada la interfaz informática para que se pueda pagar usando la tarjeta STM...

El año pasado asistí al Encuentro de Ciudades Inteligentes en la IM. Allí, una empresa uruguaya presentó aparatos capaces de efectuar el cobro a través de la tarjeta STM (busquen la presentación en el canal de Youtube de quejese.com.uy). Ante la pregunta de si se podían usar inmediatamente la respuesta fue que .

¿Entonces? ¿Qué pasa? No me vengan con el cuento de las propinas... ¿Será que no quieren que se sepa cuánto se recauda realmente? (dato que las autoridades no saben a pesar de que están obligadas a saberlo). ¿Será que no quieren que se controlen los viajes (sobre todo los que se hacen transportando "objetos")? ¿Y si investigamos las rutas que se repiten todos los días a las mismas horas y hacia los mismos lugares (a veces sin pasaje)? ¿Tienen que empañar las acciones de unos pocos el trabajo honesto del resto?

Más que un tema de seguridad, es un tema de control; control de una actividad que hasta ahora hacía lo que quería y comunicaba lo que quería. Los tiempos están cambiando, es el tiempo de poner a los usuarios y las usuarias y en el centro. Y pedimos control, pedimos reconocimiento al que hace las cosas bien y castigo al que las hace mal. Queremos servicios que sean eso: servicios y no un mero transporte para engordar las ganancias de los empresarios.

El problema no es UBER, no quieran hacernos creer lo que no es, el problema es que los tiempos cambiaron y el que no se adapte...

Me bajo en la que viene, nos vemos en el siguiente viaje.